El origen de las puntas partidas se debe a una falta de queratina, que es la proteína que le proporciona al pelo fortaleza y brillo. Muchas razones contribuyen a su aparición, principalmente el uso excesivo de productos de calor y una mala alimentación. Por eso, si quieres combatirlas de raíz y no estar cortándolas una por una, puedes recurrir a tratamientos caseros efectivos, como el que proporciona la miel de abeja.
Y es que gracias a su alto contenido de vitaminas y minerales, la miel es perfecta para reparar, hidratar y sellar las puntas partidas, además de otorgar brillo extra y suavidad al cabello.
- Tratamiento 1: Coloca un bote de miel en el baño, junto a la ducha y cada vez que te laves el pelo, utilízala como si fuera un acondicionador. Así, tras aplicar y enjuagar el champú, extiende la miel sobre las puntas y deja que actúe durante unos minutos, igual como lo harías con tu acondicionador habitual. Después, aclara con abundante agua y sécate el cabello con una toalla, sin restregar para evitar el encrespamiento. Si realizas este tratamiento una vez por semana, conseguirás en poco tiempo huir de las puntas partidas.
- Tratamiento 2: Mezcla la yema de un huevo, con una cucharadita de miel de abeja y una cucharada de aceite de oliva. Aplícate el resultado directamente desde la mitad del pelo hacia las puntas y déjalo actuar de 30 a 45 minutos. Pasado ese tiempo, lava tu pelo como de costumbre.Verás que a los beneficios de la miel se suma el de la yema del huevo, que es rica en proteínas y, por lo tanto, ayuda a fortalecer el cabello.