¿Alguna vez escuchaste hablar sobre los aceites esenciales? Los aceites esenciales son sustancias que se encuentran en diferentes tejidos vegetales y los antiguos alquimistas los llamaban el «alma de las plantas».
Según los expertos, cada aceite esencial contiene las propiedades específicas de la planta de la que se obtiene. Además, son usados en dulces, cremas, shampoo, jabones y mucho más. ¡De hecho, son excelentes remedios caseros!
La aromaterapia es una técnica muy antigua que utiliza estos aceites esenciales con fines terapéuticos, tanto a nivel físico como emocional. Además, se utilizan en la cosmética.
¿Para qué sirve cada aceite esencial?
Algunas de las propiedades de los aceites esenciales son:
- Aceite de romero: está comprobado que ayuda a la concentración y estimula el sistema nervioso.
- Aceite de menta: tiene una mayor capacidad analgésica.
- Aceite de jazmín: funciona como sedante.
- Aceite de tomillo: destaca por sus propiedades bactericidas.
En líneas generales, y gracias a su compleja composición molecular, todos o la mayoría de los aceites esenciales son:
- Antibióticos
- Regeneradores celulares
- Antisépticos
- Inmunoestimuladores
- Antivíricos
- Antiinflamatorios
- Mejoran la circulación sanguínea y linfática
- Equilibran las emociones
¿Cómo utilizar los aceites esenciales?
Existen diferentes formas de utilizar los aceites esenciales. Las tres más comunes son:
- Vía oral (ingiriendo un aceite esencial, siempre bajo prescripción médica).
- Vía respiratoria (inspirando el aceite).
- Vía tópica (a través de la piel, cuando te echas el producto).
Y tú, ¿has probado los aceites esenciales?