Si a te pasa que en medio del día necesitas un empujón para seguir funcionando, una buena idea son las llamadas siestas de café. Según los especialistas es una forma de maximizar la eficacia del sueño en un descanso reparador y también el efecto de la cafeína.
Aunque parezca raro combinar ambos elementos, acá te contamos cómo funciona.
Primero, te tomas una taza de café como siempre acostumbras. Entonces, en lugar de regresar a tus labores, duermes una breve siesta o al menos intenta alcanzar un estado de medio dormir, por 20 minutos. Puede sonar ilógico, pero la cafeína empieza a funcionar hasta después de 30 minutos, por lo que es aconsejable usar ese momento para descansar efectivamente.
Esto se explica porque la cafeína en el cerebro, se adapta a los receptores de la adenosina química. Para que la actividad mental, el cerebro tiene que estar libre de dicha adenosina y la forma natural de conseguir eso es durmiendo. De esta forma, aprovechas de descansar y luego el café hace lo suyo.
¿Qué te parece? ¿Lo harías?