De acuerdo a un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pensar demasiado quema 350 calorías al día.
Al respecto, los investigadores afirman que “el cerebro humano representa el 20% del peso corporal y consume 20% de oxígeno y glucosa del organismo”.
De este modo, el cerebro es el órgano que más energía consume, lo cual se mide por la cantidad de riego sanguíneo cerebral, y se comprueba por medio de una resonancia magnética funcional y espectroscopia por resonancia magnética.
Sin embargo, no es lo mismo pensar qué vamos a cenar versus resolver un problema pues, con este último, se activa una zona del cerebro que gasta las calorías.
“Una hora de trabajo intelectual intenso, consume prácticamente la misma energía que una hora de trabajo físico”, señalan los investigadores.
Entonces, ¿adelgaza o no adelgaza usar el cerebro?… ¡La respuesta es no!
Aunque la lógica podría indicar que pensar adelgaza, porque se queman calorías, los investigadores recalcan que no es así, ya que es la glucosa la que se reduce.