¿El sexto sentido existe? La respuesta es sí, pero no cómo te lo imaginas.
De acuerdo a una investigación realizada por el Instituto Nacional de Salud, en Maryland, Estados Unidos, no tendría nada que ver con fantasmas o experiencias paranormales, como la película de 1999, «Sexto Sentido», donde el niño protagonista (Haley Joel Osment) le decía a Bruce Willis que veía muertos a su alrededor.
La investigación describe los casos de una niña de 9 años y una joven de 19 años con síntomas neuromusculares extraños. Ambos parecen carecer de la propiocepción, es decir, el conocimiento de la posición del propio cuerpo en el espacio. Con los ojos vendados no podían caminar, mantener el equilibrio, ni seguir la posición de sus brazos y piernas, según consigna el medio inglés «The Mirror».
Los investigadores descubrieron que ambas pacientes tenían mutaciones en un gen llamado PIEZO2, lo que sugiere que éste contribuye al sentido del tacto y la propiocepción. «Nuestro estudio da protagonismo a la importancia crítica de PIEZO2 y los sentidos que controla en nuestra vida diaria», explicó el doctor Carsten Bönnemann, jefe del estudio. Agregó que «comprender su rol en estos sentidos puede proporcionar pistas para entender una amplia variedad de trastornos neurológicos».
De esta forma, Bönnemann señaló que “nuestro estudio pone de relieve la importancia crítica de Piezo2 en el control de los sentidos en nuestra vida diaria. Los resultados establecen Piezo2 es el gen del tacto y la propiocepción (conciencia corporal) en los seres humanos. La comprensión de su papel en estos sentidos puede proporcionar pistas esenciales para el tratamiento de una variedad de trastornos neurológicos”.
Por otra parte, la investigación detectó que estos pacientes son “ciegos de tacto”. “La versión del gen Piezo2 en estos pacientes parece no funcionar bien, motivo por el cual sus neuronas no pueden detectar el tacto o el movimiento de sus extremidades”, agregó el co-autor Alexander Chesler.