El sexo en la ducha siempre parece una muy buena idea si te imaginas esas películas donde todo es perfecto: nadie se resbala, ni el agua les cae directo a la cara, entre otras cosas.
Sin embargo, no todo es tan bonito en la realidad y por eso lo mejor es tomar ciertas precauciones para que tu aventura sexual bajo la ducha sea digna de repetición. ¡Toma nota!
- El suelo de las duchas o bañeras suele ser muy resbaladizo. Por lo tanto, es conveniente poner una alfombra con ventosas que se mantendrá estoica durante toda la acción.
- Por muy raro que te suene, bajo la ducha necesitarás más que nunca un lubricante con base de silicona. ¿Por qué? Por que el agua puede hacer que los roces y las fricciones sean más bien molestas y dolorosas y, como ese no es el objetivo, lo mejor es armarse con un buen lubricante.
- Recuerda compartir el agua con tu compañero de juegos. La idea es que ambos disfruten por igual del agua que cae sobre sus cuerpos.
- Deben tener un sitio donde apoyarse para su comodidad. Un buen punto de apoyo es esencial para aplicar las fuerzas con toda la energía.
- Advertencia: el látex de los condones y el agua no son compatibles. Tal vez, en algunos casos, el sexo oral o los juguetes sexuales sean lo más recomendable.