A pesar de tener todo el dinero del mundo y alojarse en los hoteles más lujosos, Kim Kardashian también sufre por no conseguir siempre las cosas que más le gustan, por lo que confesó que algunas veces opta por robar o «tomar prestado» ciertos productos.
¿En serio, Kim? Sí, la esposa de Kanye West reveló en su sitio web que «una de las cosas que más me gusta de quedarme en hoteles son las batas de baño tan blancas y mulliditas que ponen en las habitaciones. Cualquiera que haya viajado conmigo sabe que estoy obsesionada con ellos».
Y continuó: «Admitiré incluso que, a veces, me he llevado alguno de mis alojamientos favoritos, como el del hotel Atlantis de Dubái (¡lo siento!) y el de Montage en Beverly Hills, porque son literalmente los mejores».
¿Y tú tienes algún placer culpable como este?