Se trataría de un «órgano» situado por debajo de la capa superficial de la piel, así como en tejidos del intestino, pulmones, músculos, venas y arterias. Hasta ahora, se creía que estas capas del cuerpo eran densos tejidos conjuntivos. Sin embargo, los autores del descubrimiento han identificado una red de compartimentos rellenos de líquido linfático.
Desde hace tiempo se conoce que poco menos de la mitad del líquido del cuerpo humano es intersticial o, dicho de otro modo, son fluidos que se encuentran en el espacio entre las células.
El nuevo estudio propone considerar esta red como un órgano de pleno derecho al igual que, por ejemplo, la piel.
¿Qué implicaciones tiene este descubrimiento para la medicina?
El reconocimiento del intersticio como órgano afectaría directamente al estudio de todos los aparatos del cuerpo, así como a la investigación de los mecanismos de la mayoría de enfermedades.
Los investigadores consideran, por ejemplo, que esta capa de líquido en movimiento explicaría por qué el cáncer se extiende con tanta rapidez.
Según los investigadores, la observación del líquido intersticial «podría convertirse en una poderosa herramienta para elaborar diagnósticos».
Las primeras teorías apuntan a que la función principal del intersticio sería absorber el impacto del movimiento cotidiano de órganos, músculos, venas y arterias. De esta forma, se evitaría la rotura de tejidos por contracciones y fricciones.