Sabemos que ser mamás no es una tarea fácil. De hecho, no existe una clave para el éxito y en general las mamás van a aprendiendo a medida que van criando a sus hijos.
Sin embargo, nunca faltan los comentarios y consejos de personas que te rodean y que muchas veces te «obligan» a ser una mamá perfecta ¿Qué consecuencias tiene esa presión para ti y tus hijos? Es lo que te vamos a contar.
Y es que al final, al tratar de hacerlo, solo te dañas a ti y a tus hijos. Así lo señala el sitio Hola.com quienes consultaron a algunos expertos para saber más del tema.
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En el caso de las mamás, los expertos dicen que aparece la ansiedad y el miedo por no poder cumplir con las expectativas que una “mamá perfecta” trae con ella.
Las mamás se ponen nerviosas, gritan más de la cuenta y también aparece la frustración y decepción. Esto también produce que la mujer se convierta en algo “irreal”. Porque al final nadie es perfecto y tratar de serlo es algo innatural. Los expertos hacen énfasis en que la perfección es una expectativa y no una realidad.
¿Cómo afecta a los hijos?
Educarse con una mamá que no se equivoca deja una marca importante en los más chicos. Por ejemplo, se sienten obligados a ser igual que sus mamás y no cometer ningún error. Van a estar buscando siempre la aceptación de los demás y tener el peso de que los más grandes se sientan orgullosos. Incluso, si es más de un hijo, se puede provocar rivalidad entre ellos.
Porque además, al crecer con esta “mamá perfecta” piensan que solo lo perfecto es válido. Esto termina provocando una falta de autoestima y inseguridad a la hora de tomar sus decisiones.
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Por último, provocas que los niños se sientan perdidos y sin identidad, ya que crecieron tratando de ser alguien que no son. Lo mejor es criar a tus hijos con amor, tratando de hacer lo mejor posible y nunca autoexigiéndose más de lo que puedes dar.