Según un estudio del American Academy Sleep Medicine, la personalidad y particularidades de tu cuerpo, determinan cuál es la hora perfecta para que te duches.
La doctora Shelley Carson señaló tras la investigación que una ducha en la mañana, es buena para partir tu día, mientras que para los que les cuesta dormir, les recomienda una ducha de noche. “Enjabonarse justo después de levantarse es la mejor manera de rendir de forma creativa en el día”, indica.
Cuando uno se ducha, el cerebro está en estado de relajación, parecido a lo que pasa cuando practicas yoga. Además tiene múltiples beneficios para tu cuerpo, como ayuda a la piel seca, brillo del pelo y te libera de tensiones.