Dos estudios recientes de la Universidad de Pekín determinaron que, en tanto más riqueza acumulen, los hombres heterosexuales son más propensos a estar insatisfechos con la mujer que tienen a su lado.
El estudio se realizó con 182 estudiantes asiáticos de ambos sexos, a quienes se les preguntó por sus ingresos y qué tan a gusto estaban con la apariencia de su pareja.
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Resultados
Los hombres que se consideraban financieramente bien dotados mostraron más insatisfacción con el aspecto de su mujer, versus los hombres con presupuestos ajustados. Las mujeres heterosexuales, en cambio, no evidenciaron un vuelco significativo en cómo perciben a sus parejas cuando se sienten adineradas o no.
Según los investigadores, “el sentimiento de tener más dinero hizo que los hombres, pero no las mujeres, se sintieran menos satisfechos con el aspecto físico de sus parejas”. Se trata de un antecedente que, según los expertos, implica que los hombres se acerquen más a personas del sexo opuesto cuando se sienten adinerados. Y, por lo tanto, que cometan infidelidad.
Esta brecha entre los géneros lleva a pensar en una categoría establecida por los científicos de Pekín: “El valor de la pareja”. En los hombres con dinero, por un lado, este valor sugiere mayores exigencias en cuanto al atractivo físico, lo que los lleva a buscar relaciones sexuales paralelas. No obstante, ese valor es distinto para la mujer, quien no siente la necesidad de ser infiel ni le encuentra más defectos a su pareja, por el solo hecho de aumentar su billetera.
