Este viernes se mostró un nuevo episodio de «Podemos hablar» y fue Sebastián Ramírez quien protagonizó uno de los momentos más emotivos de la noche.
El exparticipante de «Resistiré» se sinceró y en el programa de conversación de CHV habló sobre el dolor más grande su vida: su relación con su hija de 10 años, Matilda.
«Yo soy papá, y me arrepiento haber sido papá a tan temprana. No fue un accidente, la quise tener. Uno piensa que cuando fue a temprana edad, fue un cagazo, un accidente, pero yo la quise tener porque en un momento de mi vida toqué fondo. Trabajé 7 años en la noche, en carretes, y trae excesos», partió contando Ramírez.
El exchico reality explicó que debido a estos episodios desarrolló una mala relación con su expareja, lo cual terminó por afectar en su relación con la pequeña.
«Yo cometí errores y lo asumo», confesó Sebastián, para luego agregar: «No hay día en que no piense en mi hija (…) ojalá podamos conversar, que solucionemos esto. Ella no me prohíbe verla, pero hay situaciones. Que tu hijo te tenga cierto rechazo, duele».
Tras estas palabras, Seba quiso pedir perdón a la madre de su hija por todo lo que le hizo pasar. Poco después, el exchico reality abandonó el set de manera silenciosa y no fue hasta la cena que reapareció. En conversación con Julián Elfenbein, explicó que tuvo que salir para desahogarse por lo que contó.
«Tuve muchos problemas, a mí se me ha hecho difícil (…) tengo miedo de ser rechazado. Estos cinco, seis meses he estado así, porque siempre hay un problema, porque siempre me la tengo que ganar», agregó Ramírez, ante lo cual el animador lo instó a luchar por su hija, pese al rechazo.
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