¿Alguna vez te has preguntado cómo se transforma el cerebro de las mujeres durante el embarazo?
Según una investigación publicada en la revista Nature Neuroscience y realizada por la Universidad Autónoma de Barcelona, la materia gris de las embarazadas se reduce en áreas relacionadas con la empatía. Esto significa que optimizaría determinadas funciones emocionales como interpretar los estados mentales del hijo o anticipar posibles amenazas del entorno, cambios que se mantienen dos años después del parto.
«A mayor eficacia cognitiva, menos sustancia gris. Es lo que llamamos poda adaptativa», dice el investigador de Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y coautor de la investigación, Óscar Vilarroya.
Además de los cambios cerebrales que se producen en el embarazo, hay cambios fisiológicos y físicos drásticos en el cuerpo. Los resultados demostraron que la reducción de materia gris durante el embarazo no deteriora las habilidades cognitivas de las madres y a su vez, se parece mucho a otro momento de la vida donde se desatan las hormonas: la adolescencia.
¿Existe el instinto maternal?
Pese a no existir científicamente, varias investigaciones lo han reforzado con evidencia. Una de las certezas es cuando una guagua llora, el cerebro de una madre comienza a activarse en distintas áreas relacionadas con el movimiento y el habla.
Esto muestra que independiente de la cultura, las madres reaccionan ante el llanto de su hijo, queriendo inmediatamente sostenerlo en sus brazos y entregarle su cariño
Por otro lado, no está demostrado que exista un reloj biológico donde aparezca instintivamente este impulso, pero lo que sí está demostrado que por un tema cultural, algunas mujeres sienten que les llegó la hora de ser madres.
La sociedad está muy pegada a las costumbres y hay veces en que las personas juzgan un poco a las mujeres que deciden no ser madres.