¿Alguna vez te rompieron tan fuerte el corazón que sentiste que podías morir de amor? Según un estudio que se hizo en la Universidad de Aberdeen, Escocia, el desamor puede ser tan perjudicial como un infarto. Así es.
La investigación habla del Síndrome del corazón roto o Takotsubo que aparece cuando recibimos una mala noticia o sufrimos un gran disgusto y que puede desencadenar en un ataque cardíaco.
«Ese desmesurado estrés produce la liberación repentina de grandes dosis de catecolaminas, unas sustancias similares a la adrenalina que, a dosis muy altas, tienen un efecto tóxico sobre el corazón. De hecho, síntomas similares a los que tienen estos enfermos se han descrito en pacientes que han tenido sobredosis accidentales de adrenalina», aseguran desde la Fundación Española del Corazón.
«Es una enfermedad devastadora que puede terminar con personas sanas», añade Jeremy Pearson, director médico de la Fundación Británica del Corazón.
En un comienzo se creía que los efectos de esta sensación de tristeza —la presión en el pecho que uno piensa que le duele el corazón— eran temporales y reversibles. Pero ahora, sabemos que estos sentimientos pueden afectar a las personas para el resto de la vida.