La postura que adoptamos al caminar puede mejorar nuestro estado ánimo y hacernos sentir más confiados, según un estudio publicado en la revista «Psycological Science», que explica que esto se debe a que las posturas generan respuestas fisiológicas en el cerebro que modifican nuestras emociones.
La investigación reveló que quienes adoptaron posturas de “poder alto” (más erguidos y abiertos) se sentían más poderosos al final del experimento y más predispuestas a arriesgarse en las apuestas. Esto se lograría, dado a las reacciones fisiológicas: mayor secreción de testosterona y niveles más altos de cortisol (hormona del estrés).
Ante tales resultados, los autores del estudio explicaron que para sentirnos más confiados en nosotros mismos y tolerar el estrés, sólo basta con cambiar nuestra postura.
Las conclusiones se obtuvieron luego de que los científicos pidieran a un grupo de personas que adoptaran durante 2 minutos una posición de «poder alto». Mientras que a otros se les pidió que adoptaran una posición de «poder bajo», o sea más encogidos y cerrados.