«Una fantasía sexual es una representación mental que evoca algo que vivimos o algo que creamos en nuestra mente que nos provoca excitación», así explica Arantxa Moliner, psicóloga emocional y educadora sexual, al diario «El País».
Aunque lo confiesen o no, todas las personas han tenido alguna vez una fantasías: según revelan las estadísticas, 9 de cada 10 personas lo hacen.
Pero de ahí a contar o llevar a cabo esas fantasías, es otra cosa. Según un estudio de la Universidad de Montreal, donde se analizaron mil 500 personas, a la mayoría de los hombres les encantaría que sus fantasías se hiciesen realidad, mientras que las mujeres prefieren dejar eso solo en su imaginación.
De acuerdo a otra investigación, de la Universidad de Granada, donde se analizó a 2 mil 500 hombres y mujeres españolas de entre 18 y 73 años, no se pueden establecer patrones de cómo son las fantasías femeninas y las masculinas. Pero si se analizan a grandes rasgos los datos que hay hasta el momento, en el caso de las mujeres son fantasías más elaboradas, con elementos más emotivos y románticos, mientras que los hombres son más visuales y tienen un papel más activo en sus fantasías.