Tal como existe la adicción al sexo, también se puede padecer del trastorno contrario: el de evitar tener relaciones sexuales.
Aunque hay muchos expertos en salud mental que no lo consideran como trastorno, algunos sí han reconocido casos en sus consultas, comparándolo a los trastornos alimenticios. Tal como la anorexia nerviosa es un rechazo a la comida, la sexual es un rechazo al sexo.
En ambos se usa el término «anorexia» porque al parecer estos trastornos tienen cosas en común. Ambas esconden causas a tratar y según los expertos, el parecido en ambos trastornos es tal, que se ha visto que muchas veces la causa de ambas es provocada por estrés, falta de autoestima, entre otros motivos.
Lee: Estudio revela que los zurdos disfrutan más del sexo
Otros expertos en terapia de parejas aseguran que si bien comparten muchas causas, la anorexia sexual está más relacionada a los conflictos de pareja, problemas en el trabajo, falta de educación sexual, casos de abuso o agresiones sexuales en la infancia. Por eso aseguran que es clave la educación sexual, porque si bien se habla del sexo más que antes, todavía hay muchos mitos al respecto. Una de las cosas que no coopera al trastorno es la pornografía, ya que pone a la mujer como un objeto y lleva la ficción a la realidad, influyendo en una experiencia insatisfactoria.
Además, es muy distinto que haya un bajo deseo sexual a un desinterés completo, que sería el grado avanzado de la anorexia sexual. Los casos graves al parecer se esconden en el miedo. En temor a la intimidad, en sentir algo por la otra persona, terror a la vulnerabilidad, etc.
Según la ciencia, existirían dos tipos de anorexia. El primero que sufren aquellos que siempre han tenido ese temor que deriva de mala educación sexual, y el otro por un trastorno adquirido que provocó una aversión, que son los más comunes.
Los sexólogos también marcan una diferencia entre una persona asexual y una con anorexia sexual, ya que los asexuales no sienten atracción sexual hacia otros, mientras que los anoréxicos sexual sí la sienten, pero el problema recae en la ansiedad que le provoca el tema, que condiciona no solo su vida sexual, sino que también la de pareja porque todo tipo de contacto físico les provoca temor.
¿La solución?
La mayoría busca ayuda mental porque su contacto emocional con las personas en general se ve afectado. Lo primero que se debe trabajar es la percepción personal que provoca un miedo a no encajar, complejos físicos o emocionales que provocan evitar relaciones interpersonales.
La terapia que se sugiere abarca desde la educación sexual, a técnicas conductuales como para reducir la ansiedad, por ejemplo. La meta es tratar el termor a la vulnerabilidad para ir más allá del sexo, para poder tener relaciones interpersonales.