El bailarín que conocimos en «Rojo, fama contra fama», Rodrigo Díaz, sin duda que no se ha quedado atrás. El también ingenierio comercial tiene un exitoso camino profesional y actualmente es embajador de Mubang International Kpop Experiencie.
Esta es una plataforma que ofrece más de 84 clases de K-pop al mes, que cuenta con más de 30 k-popers y youtubers alrededor del mundo. Y no solo se trata de clases de baile, sino que incluyen clases de cocina coreana, maquillaje coreano y canto.
En conversación con ADN, Díaz señaló que: «Para mí es un orgullo poder representarla en Chile. Yo todavía sigo aprendiendo, porque esto es nuevo para mí».
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El bailarín, que ahora tiene un rol ejecutivo, se encuentra muy feliz de representar a Mubang en Chile. «Soy súper creativo, me gusta generar instancias, he regalado más de 200 becas, siempre con un enfoque social. Hoy podemos tener clases online con un gran profesor de Los Angeles, cuando antes había que tener dinero y viajar para esa experiencia», contó.
En esta plataforma sin duda que el fuerte son lasa clases de baile, donde «las coreografías son muy sincronizadas». Díaz siente que el Mubang International Kpop Experience «viene a educar. No es solo aprender a bailar, es el fundamento, el por qué de los movimientos que están haciendo».
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Esta plataforma, el ex chico «Rojo» señaló que es para todas las edades. «Tengo alumnos de 8 años y alumnas de 22 años. El baile es súper transversal, no discrimina por sexo, ni política, ni estrato social». Y es que los alumnos pueden seleccionar las clases que más les interesen.
Respecto al mundo del K-pop, Díaz confesó que dentro de los grupos coreanos, él es ARMY, el nombre de los fanáticos de BTS. «Si tengo que elegir entre BTS y Super Junior… BTS», reveló.
El bailarín se interesó por esta plataforma, ya que siente que el K-pop «engloba toda una cultura, desde la música, pasando por el maquillaje, hasta la comida. Eso es lo que lo hace interesante como movimiento. Yo tengo sobrinas más pequeñas y son fans. Uno aprende con los más jóvenes».
Paralelo a este proyecto, Díaz se dedica a hacer clases se zumba a través de Zoom. «Tengo alumnas de 60, 70 años, y no se la pierden. Es la hora en que se desconectan de todo lo que estamos viviendo. El baile es terapia, es salud», concluyó.