A pesar de que actualmente se transmite el programa «MasterChef Celebrity» todos los domingos por Canal 13, lo cierto es que el programa se grabó hace meses y sus participantes se encuentran haciendo cuarentena. Y desde su aislamiento Rocío Marengo dio algunos detalles de su participación en el estelar, en una entrevista por Instagram Live con Nataly Chilet.
La argentina ha generado todo tipo de reacciones en redes con su participación y sobre porque decidió participar, expresó que: «Siempre mi sueño fue cocinar y dedicarle tiempo, algo que era mi gran pasión. Y la verdad que por el trabajo, te aleja de la vida normal… A mí al menos me alejó muchísimo de la cocina y de tener tiempo”.
Rocío contó que mientras estaba grababan el programa, igual se juntaba a estudiar cocina con Marocchino, Pato Torres y Nacho pop, por lo que siente que «le metía mucha garra».
“Y se notó lo que crecí. Yo llegué sin saber. Las cosas saladas no sabía. Los dulces más o menos bien, había hecho cosas, pero salado nunca. ¿Freír una cebolla? No tenía idea qué era. No era a propósito. Bruta total. No sabía nada. Y bueno, se aprende, la verdad es que se aprende”, aseguró.
Los carretes post grabaciones
«MasterChef Celebrity» se grabó en Colombia y según Rocío grababan todo el día, pero también tenían tiempo para salir de fiesta. Y fue en una de esas salidas que la argentina confesó protagonizar un bochonoso impasse.
«Las jornadas de grabaciones eran eternas. Lo que ahora ven, un programa, un capítulo, en realidad son horas y horas de grabación. Nos pasaban a buscar a las 7:30 de la mañana, porque al principio tardábamos más en grabar, después un poco menos. Y volvíamos al hotel tipo 20 hrs, muertos», explicó.
Aún así, uno día de esos salieron, a pesar de que ella se sentía ‘muerta’. «Ellos carreteaban y yo estaba así, media dormida, me dormía y los chicos avergonzados, porque la gente no sabía si estaba borracha o que me pasaba. Estaba muerta. Y sí, hemos salido y lo pasábamos bien. El grupo era divertido. Muy buen grupo», confesó.
Igualmente, aseguró que cuando salían no molestaba para irse antes, sino que se adaptaba a sus compañeras. «Si el grupo quería quedarse, yo me ponía a un costadito. Aparte era genial, porque nadie me conocía. Estaba súper relajada. No me importaba nada. Si estaba cansada, estaba cansada. Pero fue una vez. Tampoco estaba aburrida», terminó asegurando.