El 5 de febrero de 1967 la destacada cantautora nacional, Violeta Parra, decidió ponerle fin a su vida. Ese mismo día escribió una carta a su hermano Nicanor, la cual fue encontrada en sus piernas luego de dispararse en la cabeza.
52 años después, el texto que se mantuvo en la intimidad de la familia Parra y cuyo contenido pasó a ser casi una leyenda, salió a la luz. Así lo detalla «La Tercera» en base al libro «Extremas» donde la periodista Sabine Drysdale hace un perfil a la icónica artista chilena.
«Si juntamos dos mil hombres no alcanza a salir de ellos un cuarto de hombre / Desesperada, nada. Clarificada / Dice uno por ahí que los Parra son cortados a una misma tijera. El que lo dice debe haberlo cortado por un serrucho», son parte de los extractos de la famosa carta.
«Yo no me suicido por amor. Lo hago por el orgullo que rebalsa a los mediocres», afirma Violeta en el texto dirigido a su hermano. «La ‘Carta del vidente’ de Rimbaud no es más lúcida, no es más apocalíptica, no es más humilde», agregó el poeta sobre este texto en el libro «Conversaciones con Nicanor Parra».
En la misiva, Violeta dispara además contra sus hijos señalando: «Ángel está prisionero. Isabel también. Carmen Luisa también, pero de la nebulosa (…)».
«Pucha qué gran tipo es Nicanor. Sin él no habría Violeta Parra. Pero al pobre yo le escondo todo porque le rompe el corazón / El presidente Frei es un farsante. Fidel es un romántico. Lenin se equivocó / No quiero que mis hijos sean más cobardes», concluye la cantautora.