La obesidad en nuestro país no se detiene y está rompiendo récords. Según un reciente informe realizado por la FAO y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un 63% de la población chilena sufre de sobrepeso, la tasa más elevada entre los países de Sudamérica y la tercera de Latinoamérica y el Caribe. Además, Chile se encuentra en el 6° lugar mundial en obesidad infantil y en el primer puesto en América Latina, de acuerdo a un estudio publicado este año en la revista del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA).
Si bien factores como la sobrealimentación, la falta de actividad física y genética personal inciden en la obesidad, a través de los años estudios a nivel mundial han confirmado que ésta tiene una estrecha relación con la cantidad y calidad del sueño nocturno de niños y adultos. “Tanto la privación de sueño como una cantidad de horas mayor por noche se asocian a un IMC más elevado y a un mayor riesgo de morbimortalidad (diabetes tipo 2, dislipidemia e hipertensión arterial), comenta Sylvana Freire, nutricionista de Nutrartis.
Una de las causas de la obesidad provocadas por la falta de sueño son los cambios de patrones hormonales que se generan como respuesta fisiológica adaptativa. Las principales son la ghrelina, que cumple un papel importante en la regulación del peso corporal y la ingesta (aumento del apetito); y la leptina, que cumple el papel inverso, es decir, disminuye el apetito y aumenta el gasto energético.
«Tanto en adultos como en niños se ha observado un incremento de la ghrelina y la disminución de la leptina a menor número de horas de sueño, lo que favorece al desarrollo de la obesidad. Por esto, la alimentación cobra un rol tan importante, primero como tratamiento de la obesidad y, luego, como coadyudante de la conciliación del sueño”, explica Freire.
¿Cómo mejorar la calidad del sueño a través de la alimentación?
Existen nutrientes capaces de mejorar la calidad del sueño, principalmente los alimentos que contienen triptófano, un aminoácido precursor de las hormonas melatonina y serotinina, que están implicadas en diversos aspectos del sueño, como los ciclos de vigilia-sueño, control del sueño, ánimo y apetito.
La recomendación es consumir alimentos ricos en estos nutrientes para mejorar la calidad y mantenimiento del sueño:
- Carnes blancas de pollo o pavo
- Pescados azules: salmón, atún y sardinas
- Lácteos: leche, yogurt, etc.
- Frutos secos: nueces, almendras, pistachos, avellanas
- Legumbres: lentejas, garbanzos, porotos, soya
- Frutas y verduras como plátano, piña, ciruelas, verdura de hojas verdes, papas, palta
- Cereales: avena, arroz , centeno
De todas maneras, si bien una dieta rica en triptófano ayuda al mantenimiento del sueño, no es un tratamiento, por lo que es aconsejable que los trastornos del sueño sean consultados y tratados por un especialista.