¿Sabías que reírse, adelgaza? No es un mito, es realidad. Acá te dejamos la explicación científica de ello:
El esfuerzo físico de mover músculos y la vibración del diafragma al reír, provoca un masaje interno en el hígado y el estómago que genera jugos gástricos que, a su vez, reducen los ácidos grasos y ayudan a eliminar toxinas. Amar, también hace bien.