A días de darse a conocer la donación fallida de órganos de Joaquín Bustos por irreguralidades del sistema, un nuevo caso sale a la luz.
Se trata de Carlos Parra, un joven que al igual que el kinesiólogo, tenía 27 años y residía en la Región de La Araucanía. En el caso de Parra, fue atropellado el sábado pasado en Lonquimay y luego trasladado desde el hospital de esa localidad al de Victoria. Posteriormente su cuerpo llegó al Hospital de Temuco donde se constató su muerte cerebral, según consigna el Diario Austral.
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En ese contexto, la familia del joven afirmó que no se cumplió el protocolo necesario para que los órganos de Carlos fueran donados. Esto pese a que él estaba legalmente registrado como donante y había expresado su deseo en vida.
«No hubo acercamientos con ningún equipo de salud, pese a que la familia se encontraba dispuesta a efectuar la donación de sus órganos porque era el deseo de él», aseguró Daniela Marín, prima del fallecido, al medio citado.
«Cuando es tan necesario contar con órganos para poder salvar la vida de las personas que están esperando, nos parece doloroso que se pierdan estas oportunidades», sentenció la familiar.