Aunque no se le toma el peso, ni se le dedica el tiempo suficiente, disfrutar del aire libre otorga importantes beneficios para la salud.
Para empezar, nuestro organismo necesita la vitamina D de la luz solar directa para mantener los huesos sanos y evitar enfermedades como la osteoporosis. Asimismo, la ciencia ha demostrado que simplemente pasar tiempo en contacto con la naturaleza puede aumentar la creatividad y la función cognitiva, entre otros beneficios.
- Puede mejorar la memoria a corto plazo: Numerosos estudios, siendo el más reciente el de la Universidad de Michigan, han demostrado que los paseos por la naturaleza tienen efectos muy positivos en la memoria a corto plazo. No así paseos por zonas urbanas, por ejemplo.
- Combate el estrés: Estar al aire libre cambia la expresión física del estrés en el cuerpo. Un estudio del 2009, denominado “Effect of forest bathing trips on human immune function”, halló que reducía la frecuencia cardíaca y los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en personas que pasaban tiempo en la naturaleza versus quienes habían pasado ese mismo lapso en un espacio urbano.
- Reduce la inflamación: La inflamación ha sido asociada con una amplia gama de enfermedades, incluyendo trastornos autoinmunes, enfermedad inflamatoria intestinal, depresión y cáncer. De acuerdo a investigaciones científicas, conectarse con la naturaleza ayuda a reducirla y a mantenerla bajo control.
- Elimina la fatiga: Para aliviar el cansancio mental y poner en marcha la mente nuevamente, lo mejor es exponer el cerebro a entornos de restauración que, como ya han demostrado diversos estudios, generalmente significa estar al aire libre. Uno publicado en el 2008 llamado “The cognitive benefits of Interacting with nature” demostró que la energía mental se recupera incluso mirando imágenes de naturaleza.
- Combate la depresión y la ansiedad: La ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden aliviarse por pasar tiempo al aire libre, especialmente cuando se combina con el ejercicio. Un estudio halló que los paseos por el bosque se asociaban a niveles más reducidos de ansiedad, mientras que otro encontró que las caminatas al aire libre podrían ser «clínicamente útiles como un suplemento a los tratamientos existentes» para el trastorno depresivo mayor.
- Protege la vista: Diversas investigaciones han concluido que, por lo menos en los niños, la actividad al aire libre puede tener un efecto protector en los ojos, reduciendo el riesgo de desarrollar miopía.
- Ayuda a la concentración: El ambiente natural es restaurador y uno de los beneficios que posee dar un largo paseo por la naturaleza, es que puede restaurar tu mermada concentración.
- Te hace más creativo: “Imagine una terapia que no tenga efectos secundarios conocidos, fácilmente accesible y que pueda mejorar su funcionamiento cognitivo a costo cero». Ese es el resumen del estudio “The cognitive benefits of interacting with nature”, que describe los beneficios de la llamada «terapia de la naturaleza». Y otro estudio indicó que en las personas que pasaron al menos 4 días en contacto con la naturaleza, aumentó su rendimiento en una prueba creativa de resolución de problemas en un 50%.
- Reduce la presión arterial: Teniendo en cuenta que pasar tiempo al aire libre por lo general implica caminar, no es ninguna sorpresa que también disminuya la presión arterial, como así lo ha demostrado la ciencia.
- Puede prevenir el cáncer: La investigación sobre esta conexión aún se encuentra en sus primeras fases, pero estudios preliminares han sugerido que estar en contacto con la naturaleza puede estimular la producción de proteínas anticancerígenas. Por otro lado, vivir en áreas con mayor cobertura forestal también ha sido asociado a menores tasas de mortalidad de una amplia variedad de cánceres.