Una investigación realizada en el Laboratorio del Sueño de la Universidad de Chicago, Estados Unidos, confirmó que dormir poco durante la semana puede incrementar el riesgo de padecer diabetes hasta en un 16%.
Una cifra comparable al aumento de riesgo ocasionado por la obesidad. Sin embargo, ese panorama puede mejorar si las personas duermen hasta más tarde los fines de semana.
El estudio reveló que la privación de sueño durante cuatro noches está relacionada con cambios en la sangre, lo cual sugiere que el cuerpo no maneja el azúcar de la manera correcta.
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No obstante, al dormir más durante dos noches seguidas (el fin de semana), las pruebas de sangre regresaron a sus niveles normales, según reveló la investigación.
Para evaluar el impacto del sueño en el riesgo de padecer diabetes, los investigadores se centraron en la sensibilidad a la insulina, que es la habilidad del cuerpo al utilizar esta hormona para regular el azúcar en la sangre.
Y es que la alteración de la sensibilidad a la insulina es un factor de riesgo para padecer diabetes tipo 2, la cual se manifiesta cuando el cuerpo no puede convertir apropiadamente el azúcar en la sangre en energía.
Eso sí, estos resultados no reflejan lo que ocurriría con las personas que son propensas a padecer diabetes por factores externos, como la edad o el sobrepeso.