El peso, ya sea por cuestiones de salud o meramente estéticas, es algo de lo que siempre estamos pendientes. Nos miramos al espejo diariamente para notar cómo va evolucionando nuestro aspecto. Seguramente más de una vez dijiste «estoy gordo/a» y planeaste comenzar una dieta alimenticia con el objetivo de reducir esos kilos demás.
Las dietas son un tema aparte. Muchas veces las comenzamos y no las terminamos. En otras ocasiones, no obtenemos los resultados esperados. Mientras que en los peores casos, logramos disminuir kilos en la balanza, pero al poco tiempo agregamos lo que perdimos y más. ¡Cuánta frustración genera todo eso!
Si has escuchado la aseveración de que con los años es más difícil bajar de peso, te contamos que es cierta y tiene argumentos médicos que la corroboran.
Pero partamos por lo principal. Según señala el diario «El País», son varios factores que influyen en nuestro peso. Así lo explica el doctor Luis Miguel Luengo Pérez, del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), y miembro de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario Infanta Cristina en Badajoz:
“Mantener o variar el peso corporal depende del balance entre la energía que ingresamos con los alimentos y bebidas, y la que gastamos por mantener las funciones vitales básicas (gasto energético en reposo), además de la que empleamos en realizar la digestión de los alimentos y mediante la actividad física. Si el balance es positivo, ganaremos peso; si es equilibrado, nos mantendremos; y si es negativo, lo perderemos. Por tanto, cuanto mayor gasto energético total tengamos, más fácil nos resultará reducir peso”, señaló.
Desde esa perspectiva, la Tasa Metabólica Basal (TMB) representa entre el 60 y el 70 por ciento del gasto energético total de una persona. La TMB no siempre es igual y tiene que ver con lo que mencionábamos anteriormente. Como indica el doctor Luengo, uno de ellos es la edad:
“Cuanto más joven, más fácil perder peso, porque el gasto energético en reposo es mayor. Una vez que cesa el crecimiento, este disminuye aproximadamente un 5% por década, y a partir de los 50 años lo hace en un 10% más o menos”, apuntó.
Por eso lo fundamental es “comer verduras y frutas frescas, al menos una ración de carne, pescado o huevo al día y dos raciones semanales de legumbres”, recalca Marta Cuervo, doctora en Fisiología y Alimentación, y profesora en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Navarra. Aquello debería reforzarse con los años
La tendencia del cuerpo es acumular grasa con la edad, por lo que lo único que realmente puede frenar su avance es comer menos y movernos más.
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