Dejar de fumar es una lucha que muchos tratan de lidiar con poca fortuna. Sin embargo, existen aliados que lo pueden hacer un poco menos difícil, como es la incorporación de ciertos alimentos a la dieta.
Hay numerosos estudios que apoyan esta idea. El investigador del departamento de Salud Comunitaria y hábitos saludables de la Universidad de Búfalo, en Estados Unidos, Jeffrey P. Haibach, sostiene que muchas veces el fumador confunde «el hambre con las ganas de fumar», una teoría que estaría conectada con el estudio realizado en más de un millar de fumadores adultos en el que, tras un seguimiento de 14 meses, concluyó que incorporando más frutas y verduras a la dieta las probabilidades de éxito al dejar de fumar se multiplicaban por tres.
Y es que además de que la fibra incorporada por fruta y verdura hace que la sensación de saciedad aumente, también está el que muchos de los alimentos incorporados en este grupo empeoran el sabor del tabaco.
En esta línea se muestran las conclusiones de otro estudio publicado en el Journal Nicotine & Tobacco Research, en el que se enumeran los alimentos que podrían formar parte de lo que sería «la dieta para dejar de fumar», en la que, además de frutas o verduras, también se encuentran algunos productos lácteos.
También están los alimentos que potenciarían las ganas de fumar, como la carne, el alcohol o el café. Andreu Palou, catedrático de Bioquímica de la Universidad de las Islas Baleares, explica que si una dieta no le lleva a dejar el tabaquismo sí hay alimentos que pueden reducir el impacto del humo en el cuerpo, consigna 20 Minutos.
Son aquellos que contienen vitamina C, algo que se agota más rápidamente en los fumadores que en los no fumadores. Por este motivo, son recomendables la naranja, la mandarina y el pomelo, pero también las sustancias bioactivas o fitoquímicos vegetales.