El WhatsApp se ha convertido en una herramienta indispensable para muchos al momento de ponerse de acuerdo con un grupo de personas. Es el caso de quienes crean uno para los apoderados del curso del colegio, donde se deberían discutir temas referentes a las clases de los hijos.
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Pero en la realidad, no sólo se habla de clases, sino que también se usa para conversar de otros temas, lo que provoca cientos de notificaciones que no tienen que ver con el objetivo original del grupo.
Frente a esto, hay gente que simplemente pierde la paciencia. Un ejemplo es el español Eugenio D’Ors, quien contó a ABC el método que utilizó para hacer que lo expulsaran:
“En realidad todo empezó en la reunión que se hizo en junio para darnos la bienvenida al colegio. Yo ahí ya me puse de mal rollo (mal humor), porque detecté una cuchipandi (cofradía) de papis y mamis, unos quince, que ya se conocían de la guardería. Ya se estaban haciendo los dueños del cotarro (grupo)”, comenzó.
Luego, señaló que un día tenía 84 notificaciones en el grupo, y ninguna era de algún tema relacionado con el colegio. Por esto, decidió hacer notar su enojo recibiendo como respuesta una sugerencia de silenciar el grupo. Incluso, preguntó sobre el ramo de inglés y nadie le respondió.
El plan para salir del grupo
Frente a esta situación, D’Ors decidió crear un plan junto a su esposa. El plan consistía en conversar cosas de la casa a través del grupo, además de mandar una que otra foto.
Esto hizo que el administrador se enojó y pidió que parara, y ante su negativa, logró que lo echaran. Hoy nadie lo saluda en las reuniones, lo cual no le afecta pues considera que nunca lo ayudaron en cosas importantes.
A través de Twitter, Eugenio compartió su estrategia: