Celos fraternos, celos pasionales, celos profesionales… Sufridos en carne propia o de otro que nos atormenta con ellos. Expresados, ahogados en lo más profundo de nuestro ser…los celos nos han invadido de una u otra manera al menos en alguna relación de nuestras vida: ya sea en la infancia, en la adolescencia o en la madurez.
Ahora bien, hay algunas personas a quienes este sentimiento los sobrepasa y frecuentemente les trae dificultades a la hora de relacionarse. No sólo sufren sino que al manifestar esta inevitable sensación interna en lugar de obtener la respuesta que esperan de parte de su objeto celado por lo general obtiene la respuesta contraria que termina completando el círculo vicioso que retroalimenta a este enemigo interno.
De los ocho rasgos o indicadores que nombraremos, deberían encontrar cinco o más para suponer que se trata de la escritura de un celoso. Cuantos más indicadores estén presentes más posibilidades de que sea celosa la persona y mayores dificultades puede enfrentar en sus vínculos amorosos.
La escritura del celoso
- Mayúsculas separadas de las minúsculas siguientes
- Inclinación hacia la izquierda
- Trazos finales hacia abajo o hacia atrás
- Letras pequeñas
- Márgenes grandes
- Rúbrica envolvente
- Puntos y rayas innecesarias al final de los párrafos
- Pequeños ganchos al final de las palabras
Fuente: psicoactiva.com