Más de alguna vez hemos obligado a nuestros hijos a ser cordiales con desconocidos y les hemos dicho “Salude a la tía”, y hay algunas veces que los niños, simplemente no quieren relacionarse con el resto o les da vergüenza saludar.
¿Es bueno obligarlos?
Los expertos dicen que no. Es bueno darles espacio a los niños y que ellos vayan aprendiendo a saludar a través del ejemplo de nosotros los padres, hay que enseñarles que al menos deben saludar con la mano o decir hola en un momento de encuentro…Así mismo, podrán relacionarse con sus compañeros en el jardín.
Según los expertos, es importante que los padres le inculquen al niño el hábito de saludar, explicándole que este gesto formará parte de su vida cotidiana, sin olvidar que cuando estén en esta etapa de aprendizaje, no tienen los papás porqué enojarse, ni mucho menos presionar a su hijo para que den un beso o un abrazo si ellos no se sienten a gusto para hacerlo.
Cada niño es distinto a los demás, y por ende su aprendizaje es diferente. No se pueden medir del mismo modo los comportamientos de un niño tímido y otro extrovertido, quizás sean de la misma edad pero reaccionan de distinta manera.