Llegan las bajas temperaturas y la gran mayoría de los chilenos recurren a la calefacción para capear el frío, especialmente esta semana en medio de la ola fría que afecta a la zona centro-sur del país.
Sin embargo, el uso del calor es uno de los principales responsables de la contaminación intradomiciliaria y como consecuencia, un causante de enfermedades respiratorias.
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¿Qué es la contaminación intradomiciliaria?
Es toda emisión de substancias y/o compuestos dentro de las casas, que puedan afectar la salud de las personas que habitan en ellas.
“Es importante dimensionar los riesgos que conllevan para la salud, ya que puede llegar a ser más dañina que la contaminación ambiental», señala el Dr. Alfredo Labarca, jefe de Operaciones de HELP.
«Esto, porque el aire atmosférico se difunde y distribuye en forma más homogénea, afectando en forma más o menos similar a los miembros de una comunidad, sin embargo, no ocurre lo mismo con el aire intradomiciliario, pues su calidad está vinculada al nivel socioeconómico de los moradores”, agrega.
¿Quienes son los más afectados?
El especialista explica que “las personas más afectadas por la contaminación intradomiciliaria son quienes pasan la mayor parte de su tiempo es espacios cerrados, es decir, los niños menores de dos años, los ancianos y los enfermos”.
La calidad del aire intradomiciliario depende de muchos factores, entre ellos, de los hábitos de los moradores, de su nivel socioeconómico, de la ventilación y de la remoción de los contaminantes.
En este sentido, las principales fuentes de contaminación del aire intradomiciliario son:
- El tabaquismo
- La quema inadecuada de combustibles
- La convivencia y el hacinamiento
- La cohabitación con animales domésticos.
El Dr. Labarca explica que “los efectos que la contaminación intradomiciliaria tenga sobre la salud dependen de varios factores, como la predisposición personal, enfermedades crónicas, tipo de contaminante, tiempo de exposición al contaminante, concentración y mezclas que se puedan generar”.
No obstante, el especialista asegura que “en niveles peligrosos puede producir náuseas, dolores de cabeza, problemas bronquiales, neumonitis, reacciones alérgicas, irritación de las mucosas, reacciones tipo asmáticas, enfermedades cardíacas y hasta muerte por asfixia”.
Recomendaciones para prevenir:
- Ventilar diariamente la casa, aunque esté en pleno invierno.
- Mantener en buen estado la cocina, calefont y estufas.
- Utilizar estufas que contaminen poco y hacerles mantenimiento en forma periódica.
- Utilizar la mínima calefacción para conservar una temperatura adecuada (entre 19 y 22°C);
- Si la calefacción está muy fuerte y no se ventila, se produce condensación en los vidrios y aparecen hongos en el hogar, los que pueden afectar las vías respiratorias, especialmente en personas alérgicas y en los asmáticos.
- No fumar en lugares cerrados. El humo del cigarrillo es más dañino que el contaminante emitido por un calefactor de combustión.
- No levantar polvo al hacer el aseo, para eso es recomendable utilizar un paño húmedo para sacudir.
- Evitar el exceso de vapor. Por ejemplo, ventilando la cocina mientras se preparan los alimentos.
- Evitar mantener mascotas al interior de la casa.