La anemia es causada por un descenso de hierro por debajo de los valores normales, siendo una de las complicaciones más frecuentes que se presenta durante el embarazo.
Y es que en el periodo de gestación, la cantidad de sangre en el cuerpo de la mujer aumenta hasta en un 50% más de lo usual. Por lo tanto, necesita más hierro para producir más hemoglobina para esa sangre adicional que se suministrará al bebé y a la placenta.
¿Cómo saber si padeces de anemia durante el embarazo? Aunque cada mujer puede experimentarlos de manera diferente, los síntomas más comunes son los siguientes:
- Pérdida abundante de cabello
- Falta de apetito
- Apatía
- Dolor de cabeza
- Mareos y dificultad al respirar
- Piel muy pálida
Dieta recomendada
Es importante seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en hierro y vitaminas, como pescados, carnes rojas bajas en grasa, cereales fortificados o lentejas.
Además, debes agregar alimentos que mejoren la absorción de calcio como el zumo de naranja, las fresas, el brócoli, las uvas o los pimientos.
Según tu nivel de anemia, tu médico te podrá recomendar complementos de ácido fólico, suplementos de hierro, vitamina C o vitamina B9, durante el primer trimestre o durante todo el embarazo si es necesario.
¿Cómo puede afectar la anemia durante el embarazo?
- Puede influir negativamente en las reservas de hierro del bebé al nacer, lo cual aumenta el riesgo de que padezca anemia durante la infancia.
- También se asocia con un mayor riesgo de tener un parto prematuro o un bebé de bajo peso.
- Puede afectar a tu salud al quitarte energía y dificultar la lucha de tu defensas contra las infecciones.