El limón, la miel y el aceite de almendras dulces son tres activos que, combinados, se ocupan de potenciar la belleza de todo tipo de pieles a causa de sus múltiples propiedades.
El limón, por su riqueza en vitamina C, aporta luminosidad, retrasa el envejecimiento, atenúa manchas y arrastra las células muertas, entre otros beneficios.
La miel de flores, por su parte, mantiene la piel hidratada sin incrementar la producción de sebo, en tanto que el aceite de almendras nutre el cutis en profundidad gracias a su riqueza en ácidos grasos esenciales.
Ingredientes
- Medio limón
- Una cucharadita de miel de flores
- Media cucharadita de aceite de almendras dulces
Preparación:
- Exprime el limón.
- Vierte el jugo en el interior de un bol, y mézclalo con la miel de flores y el aceite de almendras dulces.
- Extiende la mascarilla casera obtenida sobre el rostro limpio y seco, sin cubrir la piel que rodea los ojos y los labios, ya que es muy delicada.
- Deja que el producto haga efecto durante 15 minutos.
- Transcurrido ese tiempo, retira la mascarilla con agua tibia, seca la cara con una toalla y aplica tu crema hidratante de siempre.
- Puedes recurrir a esta mascarilla de limón una o dos veces a la semana.
- Se recomienda usarla por la noche, ya que el limón puede provocar que aparezcan manchas en el rostro si entra en contacto con los rayos del sol.