Según un estudio realizado por la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos, enfermedades como la obesidad y la diabetes tipo 2 podrían evitarse al consumir mango, ya que esta deliciosa y tropical fruta previene la pérdida de las bacterias saludables que provoca la ingesta excesiva de grasa.
Los científicos llegaron a esta conclusión luego de experimentar con 60 ratones que siguieron cuatro dietas diferentes: se les suministró distintos niveles de grasa, mango y otros alimentos durante 3 meses. Finalmente, se comprobó que los roedores que comieron mangos perdieron muchas menos bacterias intestinales beneficiosas para el cuerpo.
El investigador principal, Edralin Lucas, explicó que ahora se comprobó que el consumo de esta fruta tropical «ayuda a mantener la salud intestinal y regula los niveles de bacterias beneficiosas». Recalcó, además, que son «una fuente excelente de fibra y ofrece la posibilidad de evitar la obesidad, disminuir el nivel de azúcar en sangre y mejorar la inmunidad».
¡Ricos y saludables!