Llevar por primera vez a un niño a la playa, que vea el mar, y que se bañe, es toda una experiencia, que no se olvida fácilmente. Por eso, tenemos consejos para que esta experiencia sea lo mejor posible.
- El primer contacto con el agua debe ser placentero. Si obligas al niño a entrar, el rechazo puede durar mucho tiempo.
- El mar es inmenso y es normal que le asuste, porque le confunde no ver dónde termina. No hay que obsesionarse con que le guste, sino tratar de disfrutar de una jornada de playa divertida.
4. Si es su primera visita a la playa, explícale que el agua sabe salada y que no debe beberla.
5. Es fundamental que en todo momento se sienta seguro, porque un niño con miedo jamás se divertirá. Si no quiere bañarse en el mar, no lo obligues.