Llevar por primera vez a un niño a la playa, que vea el mar, y que se bañe, es toda una experiencia, que no se olvida fácilmente. Por eso, tenemos consejos para que esta experiencia sea lo mejor posible.
- El primer contacto con el agua debe ser placentero. Si obligas al niño a entrar, el rechazo puede durar mucho tiempo.
- El mar es inmenso y es normal que le asuste, porque le confunde no ver dónde termina. No hay que obsesionarse con que le guste, sino tratar de disfrutar de una jornada de playa divertida.
3. Si le gusta el agua, puedes intentar que primero se moje los pies en la orilla. Si no quiere, llévale un balde con agua, o hazle una pocita con arena. Así descubrirá que el agua que contiene el mar no le hace daño.
4. Si es su primera visita a la playa, explícale que el agua sabe salada y que no debe beberla.
Mientras él juega en la arena, uno de los padres puede meterse en el mar y mostrarle lo divertido que es, para que vea que no es peligrosoAl principio, quizá no se decida a entrar y simplemente observe desde fuera, pero a lo mejor al día siguiente, o al otro, se anima.
5. Es fundamental que en todo momento se sienta seguro, porque un niño con miedo jamás se divertirá. Si no quiere bañarse en el mar, no lo obligues.