Una nuevo estudio de la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de California, publicada en la revista ‘Sleep’, reveló que la siesta es positiva para los niños preadolescentes.
Tras analizar el actuar de casi 3.000 alumnos, de entre 10 y 12 años, se determinó que existe una conexión entre la siesta del mediodía, y una mayor felicidad, autocontrol y buen ánimo.
Pero no solo eso, ya que dormir se asoció también con un coeficiente intelectual más alto y un mejor comportamiento.
‘Los niños que toman una siesta tres o más veces por semana se benefician de un aumento del 7,6 % en el rendimiento académico a los 12 años. ¿Cuántos niños en la escuela no querrían que sus puntajes aumentaran en 7,6 puntos de cada 100?”, señaló Penn Adrian Raine, coautor del artículo.
Por otra parte, la deficiencia de sueño y la somnolencia diurna son sorprendentemente generalizadas, ya que la somnolencia afecta hasta al 20% de todos los niños, apuntó el autor principal del estudio, Jianghong Liu.
¿Cuál es la piedra de tope?
Que en la mayoría de los países la siesta desaparece a medida que los niños crecen.
En China, sin embargo, la práctica está integrada en la vida diaria, continuando a través de la escuela primaria y secundaria, incluso en la edad adulta.
Si bien los hallazgos son correlacionales, los investigadores aseguran que pueden ofrecer una alternativa a la protesta de los pediatras y funcionarios de salud pública para los horarios de inicio de clases posteriores.
‘La siesta del mediodía se puede realizar con facilidad y no cuesta nada’, señaló Liu, especialmente si se acompaña de un final del día un poco más tarde, para evitar la reducción del tiempo educativo.
‘Esto no solo ayudará a los niños, sino que también le quitará tiempo al uso de la pantalla, que está relacionado con muchos resultados mixtos’, añadió Liu.