¿Quién decide qué es lo que los niños pueden o no usar? ¿Los adultos, los padres, la sociedad o los niños en sí?
Uno de los temas que ha generado controversia en el último tiempo es que los niños usen faldas, vestimenta asociada al sexo femenino. Polémica generaron las imágenes de Adele paseando por la calle con su hijo Angelo, hace unos meses atrás, quien llevaba un disfraz de la princesa «Elsa», protagonista de la película «Frozen» (ver detalles acá). Y esta semana, la actriz Charlize Theron estuvo en el foco mediático al dejar que su hijo usara una peluca de la princesa «Elsa», de la misma cinta infantil (mira las fotos acá).
Sin embargo, ambas celebridades no son las únicas madres que han tenido que lidiar con las críticas por vestir a su hijo con ropa catalogada como femenina. Otra mamá que ha dado su opinión sobre el tema es Jen Anderson Shattuck (oriunda de Plymouth, Massachusetts), cuyo mensaje se hizo viral en redes sociales.
Todo comenzó cuando estaba en la plaza jugando con su hijo de 3 años y medio. En ese momento, se acercó un hombre y la acusó de «abusar» de su hijo al dejarlo usar un tutú de bailarina. «Tú eres un niño. Ella es una mala madre. Esto es abuso de menores», recalcó el hombre desconocido al menor.
Ante esta incómoda situación, Anderson quiso dar su opinión en Facebook, donde publicó un extenso testimonio. Allí explicó que no se dejará intimidar por extraños ni tampoco dejará que un desconocido le diga lo que puede y no puede llevar su hijo.
Esta potente carta se volvió viral, compartiéndose más de 50 mil veces y sirvió para que varias madres se empoderen y dieran su visión sobre este debate.
¿Quieres revisar el testimonio completo? Acá te dejamos la traducción:
«A mi hijo de tres años y medio le gusta jugar con sus camiones. Le gusta armar puzzles. Le gusta comer ciruelas. Y le gusta usar tutús. Si le preguntas, dirá que los tutús lo hacen sentir hermoso y valiente. Si le preguntas, dirá que no hay reglas sobre lo que los niños pueden vestir o lo que las niñas puedan vestir.
Mi hijo ha usado tutús para ir a la iglesia. Ha usado tutús para ir de compras. Ha usado tutús en el tren y en la caja de arena. No ha sido un tema en nuestra parte del mundo. Nos han hecho preguntas bien intencionadas, las hemos respondido. Ha estado bien. ESTABA bien, hasta ayer.
Ayer, en nuestra caminata por el parque, mi hijo y yo fuimos acosados por alguien que exigió saber por qué mi hijo estaba usando una falda. No lo conocíamos, pero al parecer nos había estado observando desde hace rato.
‘Solo tenía curiosidad’, dijo el hombre. ‘¿Por qué le sigues haciendo esto a tu hijo?’.
No tenía curiosidad. No quería respuestas. Sólo quería asegurarse de que los dos supiéramos que lo que mi hijo estaba haciendo —que lo que yo le estaba PERMITIENDO— estaba mal.
‘Ella no debería seguir haciéndote esto’, dijo. Le habló directamente a mi hijo. ‘Tú eres un niño. Ella es una mala madre. Esto es abuso de menores’.
Nos tomó fotos, pese a que le pedí que no lo hiciera. Y me amenazó. ‘Ahora todos lo sabrán’, dijo. ‘Ya verás’.
Llamé a la policía y ellos llegaron. Tomaron su denuncia y piropearon la falda. Aun así, mi hijo no se siente seguro hoy día. Quiere saber: ‘¿Regresará ese hombre? ¿El hombre malo? ¿Dirá más cosas malas sobre mi falda? ¿Va tomar más fotos?’.
No puedo asegurarle nada. Pero puedo decir esto: No seré intimidada. No dejaré que me hagan sentir vulnerable o asustada. No dejaré que personas extrañas le digan a mi hijo lo que puede o no vestir.
Puede que el mundo no ame a mi hijo por quién es él, pero yo sí lo amo. Me pusieron en esta tierra para asegurarme que él lo sepa.
Gritaré mi amor desde las esquinas de las calles.
Defenderé, gritando, su derecho para caminar en la calle en paz, vistiendo lo que él decida vestir.
Le mostraré, en todas las formas posibles, que valoro la persona que es, que confío en su visión de él mismo y que apoyo sus decisiones. Sin importar lo que nadie diga, sin importar quién trate de detenerlo o qué tan seguido.
Nuestra familia tiene un dicho. Ese dicho es:
Nosotros amamos.
Nosotros somos amables.
Nosotros somos determinados y persistentes.
Nosotros somos hermosos y valientes.
Nosotros sabemos quiénes somos. Las personas extrañas y enojadas no cambiarán quienes somos. El mundo no cambiará quienes somos, nosotros cambiaremos el mundo«.
¿Qué te parecen las palabras de esta madre? Comenta con nosotros sobre este tema.