Ofrecerles un ambiente de estabilidad a los niños, en el que puedan aprender y ser educados de forma constructiva, es fundamental para ayudarles a desarrollar un equilibrio emocional.
De allí la importancia de aplicar rutinas y hábitos desde la temprana edad.
¿Qué tipo de rutinas y horarios se debe establecer?
- Horario para dormir: Deben dormir bien para poder desarrollarse y aprender en la escuela. Es importante que tengan un horario específico todos los días para ir a la cama, ya que eso les ayuda a crear un reloj interno.
- Rutinas de higiene: Lavar sus manos después de ir al baño, lavarse los dientes, limpiar lo que ensuciaron, ordenar los juguetes o poner la ropa sucia en el canasto. Es clave enseñarles que esos actos son prioridad del ser humano.
- Horarios para su alimentación: Esta rutina debe iniciarse desde la primera infancia, y consiste en establecer el horario y el lugar donde van a comer. Para muchos expertos es fundamental aplicar estos horarios, pues crean vínculos positivos con la familia, además de organizar los procesos biológicos en todo lo relacionado con el sistema gastrointestinal y nutricional.
- Rituales amorosos y divertidos, no solamente obligaciones: Es decir, implementarles horarios para jugar o practicar alguna actividad física, que sea un tiempo de ocio y esparcimiento.
Beneficios de aplicar rutinas y horarios en los niños
- Les ayuda a desarrollar una personalidad estructurada, adquirir responsabilidad y autodisciplina.
- Desarrollan independencia y confianza. Seguir rutinas diarias les facilita volverse independientes y saber que pueden hacer las cosas por sí mismos.
- Se sienten más felices, pues les brinda una sensación de seguridad muy importante para un desarrollo cerebral saludable.
- Crean buenos hábitos alimenticios.
- Se educan y aprenden en un entorno adecuado con todas sus necesidades cubiertas. De ese modo, se evitan futuros problemas de conducta.