Una tendencia que ha ocurrido a lo largo de los años es que muchas personas buscan distraer la mente luego de sufrir una ruptura amorosa, ya sea con un viaje, salida entre amigas, un cambio de look o incluso un corte de pelo. Pero, ¿por qué algunos suelen cortarse el pelo luego de terminar una relación?
Según explicó el psicólogo Ángel Luis Guillén Torregrosa al sitio español ABC, una ruptura amorosa supone un impacto emocional profundo, aún más cuando es inesperado o no deseado. Así, el especialista explica que terminar una relación es uno de los procesos más dolorosos por los que puede pasar una persona, ya que este activa el mismo lado del cerebro donde sentimos un dolor físico.
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“Se trata de un suceso traumático que conlleva un duelo por las expectativas que no se van a cumplir, por los sueños que se quedan por el camino y por una pérdida de esa vida en común”, enfatizó.
¿Cuáles son las razones de cortarse el pelo?
A su vez, la psicóloga Cristina Aristimuño de las Heras explicó al medio citado que este cambio es bastante típico y se puede «motivar» por dos causas. “Puede tratarse de un acto simbólico que marque el cierre de una etapa, y que permite por tanto la diferenciación de un antes y un después en nuestra vida”, aclaró.
Por otro lado, “hay quienes deciden prestar especial atención a su aspecto físico, entendiéndolo como un gesto de autocuidado, en el que nos priorizamos”.
En tanto, el psicólogo Ángel Luis Guillén agregó que dichos cambios de apariencia representan “una manera simbólica de dejar atrás el pasado; mostrar una nueva manera de ser y cómo queremos que nos vean”. Así, se refuerza la idea de que se superó esa ruptura a ojos de los demás.
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Guillén explicó que «estos cambios drásticos son una forma de mostrar que se ha pasado la página y que se ha producido un cambio en la persona: ya no es la de antes, ahora aparece renovada y dispuesta a hacer cosas diferentes».
Sin embargo, ambos expertos señalan que hay que ser cautelosos, puesto que un cambio estético no significa que se logró un cambio emocional. “Una modificación externa puede ser una ayuda, un empuje, pero en ningún caso debe sustituir al trabajo psicológico que necesitamos desarrollar al atravesar por un acontecimiento vital doloroso, como una ruptura», finalizó Cristina.
A lo que Ángel Luis agregó: «Un cambio de apariencia no van a impedir que el proceso de duelo se produzca».