Tras revisar los datos de más de 14 mil participantes, en 74 estudios que abarcaron períodos desde 1987 al 2011, se descubrió que aquellos que utilizan la dinámica de la “ley del hielo” como manera de enfrentar los conflictos, suelen tener menos satisfacción, menos intimidad y una pobre comunicación en su relación.
Según la investigación, los datos indicaron que este tipo de comportamiento pasivo-agresivo, además de afectar a la pareja, daña la salud de las personas involucradas, quienes podrían sufrir de ansiedad, agresividad y problemas urinarios, intestinales y hasta eréctiles.
Al referirse a “ley del hielo”, el estudio publicado en “Communication Monographs» no solo se refiere a guardar silencio irrevocable durante un tiempo, sino también al ostracismo emocional de algunas personas que, en las discusiones, suelen aislarse emocionalmente y no pronunciar palabra alguna, mientras su pareja continúa con las críticas o alegatos.
De acuerdo con los expertos, el hombre suele ser el que adopta el silencio en las discusiones de pareja. Sin embargo, el daño descrito, tanto psicológico como fisiológico, es independiente de que sea él o ella quien aplique la “ley del hielo”.