Los abuelos que ayudan ocasionalmente a cuidar a sus nietos o apoyan a otros en la comunidad, tienden a vivir más tiempo que aquellos ancianos que no cuidan a otras personas, reveló un estudio desarrollado en Berlín, Alemania.
«Este vínculo puede ser un mecanismo enraizado profundamente en nuestro pasado evolucionario cuando ayudar con los niños era crucial para la sobrevivencia de la especie humana», explicó Sonja Hilbrand, investigadora principal del estudio publicado en la revista «Evolution and human behavior».
La conclusión sobre el envejecimiento es resultado de un seguimiento a más de 700 personas mayores de 70 años, en un periodo de 20 años.
Los científicos compararon a los ancianos que ayudaban a cuidar parcialmente a sus nietos con ancianos que ayudaban a personas que no eran sus familiares, como amigos o vecinos y otros que no cuidaban a nadie.
Y en general, considerando incluso la edad de los abuelos y su estado de salud, el riesgo de morir en un periodo de 20 años fue menor en un 30% para los abuelos que cuidaban a sus nietos que aquellos que no ayudaban en el cuidado de nadie.
La mitad de los abuelos que cuidaron de niños estaban vivos diez años después de la primera entrevista. Igual que los participantes que no tenían nietos, pero ayudaban a sus hijos adultos de alguna manera, por ejemplo, en tareas del hogar.
Por el contrario, cerca de la mitad de los participantes que no ayudaban a otros murieron a los cinco años después del inicio del estudio.
La extensión de la sobrevivencia estuvo vinculada al cuidado de menores, incluso, cuando la persona que recibía el cuidado no era un familiar. La mitad de los ancianos sin niños que ayudaron a amigos o vecinos vivieron hasta siete años después que comenzó el estudio. Sin embargo, aquellos que no ayudaron a nadie vivieron un promedio de cuatro años.
De esta forma, los científicos concluyeron que ayudar a brindar cuidado a otros puede mejorar el funcionamiento cognitivo, así como la salud física y mental.