A simple vista puede parecer un poco exagerado, pero lo cierto es que quitarse los zapatos antes de entrar a casa tiene muchísimas ventajas para la salud.
Según científicos de la Universidad de Houston, Estados Unidos, al salir a la calle el calzado entra en contacto con heces, tierra, basura, polvo, herbicidas y restos de comida, entre otros desperdicios.
Lo anterior facilita que distintos microorganismos se adhieran a la suela y subsistan ahí hasta por semanas, aumentando el riesgo de contraer algunas enfermedades como inflamación del colon, diarrea, infección en vías urinarias y dermatitis, entre otras.
De hecho, los investigadores advierten que en tan solo dos semanas los zapatos pueden albergar hasta 420 mil bacterias diferentes, entre ellas la E. Coli.
Al respecto, lo más higiénico es adoptar la costumbre de las culturas orientales y destinar un lugar en la entrada de la casa para depositar los zapatos antes de pasar.
Y una segunda opción es limpiar las suelas de manera constante con agua y jabón, con el fin de mantener a raya las distintas enfermedades.