- Mejora la circulación sanguínea: La sangre se depura, por lo que se eliminan toxinas y desechos, así como el exceso de grasa que afecta a la piel.
- Previene calambres: Masajear los pies fortalece los tejidos de los mismos y ayuda a disminuir los niveles de ácido láctico. La acumulación de este último provoca fatiga y dolor muscular.
- Es ideal para quienes sufren de artritis: Combate la rigidez de las articulaciones afectadas por esta enfermedad, devolviéndoles un poco más de movilidad.
- Relaja el cuerpo y controla la ansiedad: Esta práctica es ideal para ir a dormir, ya que contribuye a alcanzar a un estado de relajación profunda.
¿Cómo hacer el masaje?
La técnica es muy sencilla y solo necesitarás unos minutos para ponerla en práctica:
- Comienza a partir del dedo gordo presionando en la base del dedo y continuando uno a uno.
- Con el dedo pulgar realiza una presión suave desde el dedo gordo hasta el talón y luego en sentido contrario.
- En en el centro de la planta del pie realiza una presión durante 30 segundos y repite esta acción.
- Haz movimientos circulares con tus dedos y masajea las partes redondeadas de la planta de los pies.
- Utiliza una crema o loción para que se caliente con la fricción y tenga efectos más relajantes.