De acuerdo a un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Hiroshima, Japón, comer pausadamente podría reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y obesidad.
El trabajo, presentado en una asamblea de la American Heart Association, detalla las conclusiones de los investigadores luego de supervisar, durante cinco años, la salud y la velocidad para comer de más de mil hombres y mujeres. Los participantes fueron divididos en tres categorías: «rápido», «normal» y «lento», en base a sus descripciones del tiempo que solían ocupar para comer.
Al cabo de los cinco años, los investigadores concluyeron que las personas con mayor rapidez para comer tenían un 11.6% más de probabilidad de desarrollar síndrome metabólico que aquellos de las otras dos categorías. También se vinculó el hábito de comer rápidamente con un incremento en el peso y mayores niveles de glucosa en la sangre.
Los científicos creen que esto se debe a que la ingesta de alimentos de forma rápida provoca fluctuaciones en los niveles de azúcar, lo cual a su vez crea resistencia a la insulina.
«Comer más despacio podría ser un cambio de vida crucial para ayudar a prevenir síndrome metabólico. Cuando las personas comen rápido no suelen sentirse satisfechas y son más propensas a comer de más. Comer rápido causa una mayor fluctuación de glucosa, la cual puede desarrollar resistencia a la insulina», señaló el autor de la investigación, Takayuki Yamaji, cardiólogo de la Universidad de Hiroshima.