Una vida sexual activa no sólo ayuda a mejorar el estado físico y el humor, sino que también tiene un efecto rejuvenecedor natural, el cual ha sido comprobado científicamente gracias a un estudio.
Y es que los orgasmos pueden ser tan efectivos como cualquier producto de belleza, simplemente porque nuestro cuerpo tiene la capacidad de liberar sustancias que son amigables con la piel.
Así, la razón por la que el sexo contribuye a lucir un cutis más joven y radiante, es porque durante el acto se libera oxitocina; hormona relacionada a la sensación de bienestar y que además activa las células en la piel.
Por lo tanto, al disfrutar de orgasmos recurrentes los niveles de estrógenos se disparan y se manifiestan de forma positiva en el aspecto de la piel, provocando el denominado «brillo» y frescura tan notable después de tener sexo.
De acuerdo al estudio desarrollado por el hospital Royal Edinburgh en Escocia, mantener una vida sexual activa puede ayudarte a lucir entre cuatro y siete años más joven gracias a la liberación de hormonas y la producción de colágeno.