Una mujer de 60 año comenzó a tener problemas para respirar y aunque le brindaron primeros auxilios, empezó a perder el conocimiento. Hecho que motivó al piloto a aterrizar de emergencia.
Para esto, fue necesario aligerar el peso del avión de 282 toneladas, por lo que procedió a descargar 30 toneladas de gasolina. El peso del avión “era superior al máximo de aterrizaje”, explicó el piloto. La aeronave “tuvo que descender y descargar gasolina al mismo tiempo“, detalló.
Una vez en Alaska, la mujer fue trasladada a un hospital. El avión recargó combustible y reanudó su vuelo al aeropuerto JFK de Nueva York, donde aterrizó después de seis horas de retraso.
Según los informes, la mujer fue luego dada de alta del hospital y junto a la hija que la acompañaba, continuó su viaje a NYC la mañana siguiente.