Como una forma de proteger a las tortugas marinas, los pescadores de Arica han decidido cambiar sus anzuelos de pesca llamados jota, por su forma, por unos circulares, que serían menos peligrosos.
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La razón es que, según indica «Las Últimas Noticias», en periodo de pesca de la palometa o dorado, que se extiende entre finales de noviembre y finales de febrero, aparecen entre cuatro y cinco tortugas por día atrapadas por los anzuelos.
Luis Pavez, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Arica, cuenta al medio que cada vez que encuentra una tortuga atrapada tiene mucho cuidado con las mordidas, pero hace todo lo posible por sacarlo, incluso con una pistola para sacar anzuelos fabricada por él mismo. «Son unos animalitos tan gentiles, no le hacen daño a nadie y están en peligro de extinción», comenta.
El reemplazo de los actuales anzuelos, con forma de jota, por unos circulares comenzaría en octubre. «El jota, más delgado, es fácil de que sea tragado, porque pasa directo por el esófago. El circular es un poco más ancho y más curvo. Entonces no se traga o se engancha superficialmente», explica Patricia Zárate, bióloga marina de la Universidad Católica del Norte al periódico.
«Las tortugas caen igual, pero con daños menores, que podrían ser no fatales», indica Zárate. Por otro lado, Walter Sielfeld, biólogo marino de la Universidad Arturo Prat, indica que los nuevos anzuelos con los que trabajarían los pescadores de Arica tienen otra forma. «Son un poco más caros. Tienen otra curvatura y las tortugas no se quedan enganchadas. Eso es bien importante», cuenta.