Si te defines como perfeccionista y crees que es una virtud, ten cuidado. Según un estudio de la Universidad de Florida, el perfeccionismo está relacionado con la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental.
Ten cuidado a estas señales:
- Estar pendiente de hacer todo perfecto te hace infeliz, pero lo haces porque así serás exitos@
- No toleras las críticas
- Exiges tu perfeccionismo a los demás
- Te sientes culpable por todo lo que haces
- Te enojas mucho por los errores
- Los fracasos de los demás te alegran
- Le temes al rechazo
¡La solución!
Según el sitio de la revista «Glamour», los expertos recomiendan cambiar la mentalidad perfeccionista a la optimalista, este último es un término de la psicología positiva, mezcla de optimismo y realismo.
Los optimalistas se esfuerzan por alcanzar la perfección, pero son más flexibles y más resilientes al perseguir sus objetivos. De esta forma puedes ser más feliz y productivo.
La clave para llegar a eso es ser auténtic@, perseguir tus objetivos, confiar en que los esfuerzos valdrán la pena y entender que de los errores se pueden extraer enseñanzas.