Esta historia sucedió en la Universidad del Estado de Louisiana (LSU), hasta donde llegó una pequeña tortuga llamada Pedro, a quien le faltaban sus patas traseras.
Pedro llegó hasta el servicio de medicina zoológica del Hospital de la Escuela de Veterinaria de LSU junto a su familia adoptiva. Según esta familia, cuando adoptaron a la tortuga, ya le faltaba una pata trasera.
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Todo iba muy bien, hasta que un día se escapó y cuando regresó le faltaba la otra pata de atrás, por lo que se le hacía bastante dificil caminar, contó su dueña Sandra Traylor.
Cuando lo revisaron en LSU, Pedro no mostró nada médicamente malo. «La herida ya se había curado bastante bien y se las arregló para volver a estar solo con las patas delanteras de alguna manera (…) pensamos que para darle más movilidad, podríamos agregar una prótesis de algún tipo. Hablamos de hacer una impresión tridimensional de algo, o intentar hacerle ruedas».
En ese contexto, tuvieron una ingeniosa idea para hacerla caminar: utilizaron ruedas de juguete de Lego.
Los resultados
“Tuvimos a todos los estudiantes ayudando. Teníamos que hacer que los ejes fueran lo suficientemente largos para que se ajustaran a su cuerpo. Utilizamos epoxi para unir a Pedro, el mismo que se usa en las herraduras», dijo Kelly Rockwell, pasante de medicina veterinaria de LSU.
#MondayMotivation, courtesy of Pedro the 🐢 pic.twitter.com/HMoUXOAznl
— LSU (@LSU) 24 de junio de 2019
Además del epoxi, se necesitó usar estuches de jeringa para mantener los ejes juntos y luego cortar algunas piezas para hacer que la prótesis encajara, dijo Rockwell.
Ahora, Pedro se puede deslizar sin problemas y sus dueños están encantados con los resultados. «Ha llevado a las ruedas sin ningún problema. Se ajustó de inmediato a ellas. Retrocede, se da vuelta, va y viene ”, dijo Traylor.